Nos declaramos en estado de alerta y movilización ante el recrudecimiento de la persecución política, mediática y judicial a Cristina Fernández de Kirchner. En las últimas horas, mientras continúa el juicio por el intento de asesinarla, sin que los responsables políticos hayan sido identificados todavía, amenazan con meterla presa por la condena de una causa falsa.

Es ahora la Corte Suprema de Justicia de la Nación la que estaría por resolver con una celeridad inédita el destino de Cristina y de millones de personas de nuestro país que defendemos la democracia. Una Corte que tiene 3 integrantes, dos de los cuales, Rosatti y Rosenkrantz, aceptaron inicialmente entrar por DNU, y otro, Lorenzetti, que fue recusado y rechazó su propia recusación. Un Poder Judicial a medida de la persecución política. De lo más grave que hemos transitado en nuestra democracia.

Todos los sectores de la democracia debemos estar alertas. Esta persecución no es un hecho aislado o personal: es contra la democracia, contra la posibilidad de representar un proyecto de país igualitario, soberano y solidario, contra la amplitud de ideas, contra la libertad.