Se nos fue la ternura. A alguna parte de lo posible. Se nos fue esa risa, que podía llegar incluso en momentos difíciles. Se nos fue el abrazo. Se nos fue Alexis y no podemos creerlo. Un militante con ternura, solidario, con el puño en alto para decir PRESENTES por su papá Carlos y los 30.000. Esa Triple A asesina le marcó la vida a él y a su familia. Para siempre. Para nunca bajar las banderas. Lo vamos a extrañar siempre. Ya lo extrañamos.
Imposible saber a dónde fue. Pero seguro que a donde quería. Porque Alexis hacía un poco eso. Ir hacia lo que quería. En su lucha irreverente en H.I.J.O.S. se metió a buscar verdad y justicia. Incluso en los lugares dificiles. Ahí iba más todavía. Iba al lado, siempre. Alexis era las historias de la historia. El camino más colectivo. Un comunista que nos sacudía lo necesario para mirar más allá de la ventana. Ya nos falta Alexis. Y nos duele mucho. Pero alguna vez pidió una despedida con baile, la bandera del Partido Comunista, la risa y algo así como una fiesta sobre la vida. Porque este hasta siempre injusto tiene que ser con la memoria rebelde de tu vida. Y acá, en cada bandera, te quedás hasta la victoria.
H.I.J.O.S. Capital