En el marco del 46º aniversario de las noches del Apagón de Ledesma, Abuelas de Plaza de Mayo e H.I.J.O.S. Capital invitamos a la presentación de “Sugar White”, de la compañía teatral jujeña «La compañía de Otto», el próximo jueves 21 de julio a las 18.30 horas en la Casa por la Identidad, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), en Av. del Libertador 8151, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La entrada es libre y gratuita, hasta colmar la capacidad del lugar.

Sugar White (azúcar blanca) es una obra del género ficción-documental que cuenta la historia de “un pueblo de azúcar, azúcar blanca de progreso, progreso para pocos, de caña molida que enferma pulmones, y un mito, ‘El Familiar’, perro diablo que desaparece peones que no acatan las órdenes del patrón”, según describe la propia compañía.

La propuesta va y viene en el tiempo y se sitúa en las noches de los apagones del Ingenio Ledesma, cuando a meses de iniciada la dictadura genocida, se produjeron intencionalmente una serie de cortes del suministro eléctrico en la usina de Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy. El plan de secuestro, desapariciones forzadas y exterminio fue ejecutado entre el 20 y 27 de julio de 1976 con el objetivo de capturar principalmente a estudiantes, trabajadores, militantes y sindicalistas.

La obra dirigida por Juan Castro Olivera, asistido por Mariana Echenique, cuenta con las actuaciones de Marcela Cura, Fernanda Domínguez Uzqueda, Gabriel Farfán y Nayra Muñoz Arancibia; el diseño y vestuario de Sergio Gatica; y la realización de las máscaras de Alejandra Montero y Freddy Curtis.

La propuesta de la obra es una polifonía de voces, collage de situaciones, de cuerpos, que mezclan la farsa propagandística con la verdad de la carne, lo testimonial, lo vivo, lo que late. “Es una obra que se amplió en la dramaturgia, porque investigamos sobre El Apagón, y para eso trabajamos con una fragilidad de luz que logramos con linternas, fósforos, un retroproyector de la década del 80. La idea es mostrar eso de que la luz se domina, se apaga, vuelve y genera situaciones intimistas”, señala el autor.