La resolución de la UNESCO implica el reconocimiento a la lucha histórica de sobrevivientes y organismos de derechos humanos, y de todo el pueblo que tiene al pañuelo blanco como bandera. En tiempos en los que algunos sectores intentan imponer discursos y prácticas de odio y negacionismo, es también un reconocimiento a las políticas de Estado de Memoria, Verdad y Justicia.
La Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, aprobada en 1972, reconoce que algunos lugares de la tierra poseen “un valor universal excepcional” y deberían formar parte del patrimonio común de la humanidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se dedica a promover, en todo el mundo, la identificación, la protección y la preservación del patrimonio cultural y natural considerado de valor excepcional para la humanidad. Esta misión viene recogida en un tratado internacional denominado Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, aprobado por la UNESCO en 1972.
El concepto de Patrimonio Mundial tiene un carácter excepcional debido a su alcance universal. Los sitios del Patrimonio Mundial pertenecen a todos los pueblos del planeta, independientemente del territorio en el que se encuentren.
Fuente: UNESCO
La ESMA
Durante la última dictadura genocida (1976-1983) desarrollada en la Argentina funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio en el que hubo alrededor de 5.000 víctimas detenidas-desaparecidas. Además, hubo una maternidad clandestina en la que nacieron bebés que fueron apropiados. Fue un centro de persecución y exterminio de miles de militantes sindicales, sociales, estudiantiles y políticos.
La ESMA fue uno de los cientos de centros clandestinos del terrorismo de Estado en los que se cometieron delitos de lesa humanidad por los que ya fueron condenados más de 1.000 genocidas.