Falco con el apropiador Miara

Porque el único lugar para un genocida es la cárcel, expresamos nuestro repudio a la decisión de la jueza María Servini de Cubría para beneficiar a Falco, condenado por la apropiación de Juan Cabandié, quien nació en cautiverio en la ESMA. Su identidad fue restituida en 2004.

Como responsable del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1, María Servini de Cubría habilitó a Luis Antonio Falco a vivir en el barrio cerrado “Los Potrillos”, ubicado en Ruta 8, km. 62, Fátima, Provincia de Buenos Aires, con  argumentos de afecciones cardíacas -que podrían ser tratadas en una unidad hospitalaria carcelaria- y por haber superado los 70 años de edad. Este privilegio al que acaba de acceder Falco es inaceptable. 

Falco fue condenado a 18 años de prisión por la apropiación de Juan Cabandié, pero luego la Cámara Federal redujo la pena a 14 años. Durante el juicio pudo probarse que fue Personal Civil de Inteligencia de la Policía Federal, por lo que contaba con documentos falsos, lo que incrementa el riesgo de que se fugue. Falco recién fue detenido en 2011, cuando se le dictó condena. Así, el represor, apenas cumplió la mitad de la pena en una unidad penitenciaria.

Alicia Elena Alfonsín
Damián Cabandié

Alicia Elena Alfonsín fue secuestrada con su compañero Damián Cabandié el 23/11/1977, cuando estaba embarazada de 5 meses. Alicia y Damián militaban en la Juventud Peronista. Tras el secuestro, fueron llevados a los centros clandestinos »

Club Atlético» y «El Banco». A fines de diciembre de 1977, Alicia fue llevada a la ESMA. En marzo de 1978, con un parto asistido por el obstetra militar Jorge Luis Magnacco, Juan nació en cautiverio. A los pocos días, fue entregado al matrimonio compuesto por Luis Falco, miembro de la Policía Federal, y Teresa Perrone, quienes lo anotaron como hijo propio.

En el 2004 la identidad de Juan fue restituida. Alicia y Damián siguen desaparecidos.

¡EL ÚNICO LUGAR PARA UN GENOCIDA ES LA CÁRCEL!
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