Repudiamos enérgicamente el asesinato de Facundo Scalzo por parte de Gendarmería en el Bajo Flores. El joven de 20 años fue baleado por la espalda, pero, una vez más, la versión oficial de la Fuerza intentó instalar que se trató de un “enfrentamiento”.

Si bien la actuación del Ministerio de Seguridad de la Nación fue rápida en este caso, como en otros denunciados recientemente, no es suficiente para evitar la repetición de estas prácticas, cuya erradicación es una deuda de la democracia en Argentina. Las Fuerzas de Seguridad no pueden matar. Deben prevenir y resolver, pero el derecho a la vida no puede ser un privilegio basado en el barrio en el que se vive.  

Mientras continúan los reclamos por la situación de los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires, lo que se necesita no son balas, sino una seguridad democrática y la inclusión en derechos fundamentales como vivienda digna, alimentación, educación, salud y trabajo. El Estado tiene que estar presente para garantizar derechos, no para vulnerarlos.

Abrazamos a la familia de Facundo, amigos y compañeros y compañeras del barrio. Exigimos que se avance en la causa para establecer la responsabilidad de los gendarmes detenidos y que no queden impunes. 

H.I.J.O.S. Capital